martes, 28 de octubre de 2014

EL LEGADO DE DON SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL



El 17 de octubre de 1934 fallecía tras 82 años de vida, una de las cabezas de la llamada Generación de Sabios,  el egregio doctor Don Santiago Ramón y Cajal, considerado el padre de la neurociencia y uno de los científicos españoles con mayor fama internacional. Formuló en 1891 la Doctrina de la Neurona, y fue miembro de varias academias científicas de Europa y América. 

Obtuvo junto al citólogo italiano Camillo Golgi el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1906, en reconocimiento por sus trabajos sobre la estructura del sistema nervioso. Es, hasta ahora, el único Premio Nobel científico obtenido por un español en España – es preciso recordar que a pesar que el Doctor Severo Ochoa lo obtuvo, lo hizo para EEUU -.

En 1922 fundó en Madrid el Instituto Cajal para el desarrollo de la investigación neurohistológica - actualmente centro de investigación neurobiológica y, el más antiguo de España, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas- . 

Entre las diversas publicaciones que realizó Don Santiago Ramón y Cajal, destaca: Histología del sistema nervioso del hombre y los vertebrados (1905), para muchos, reconocida como una de las más importantes obras de neurobiología publicadas hasta la fecha.

Su labor no sólo se centró en la neurología, si no que se extendió al tratamiento del cólera - enfermedad que en 1885 causó más de 5.000 muertes en Valencia –introduciendo por primera vez en la historia de la Medicina la vacuna química para el tratamiento de enfermedades, el cáncer, la higiene y la fotografía en color.

Con ocasión del 80 aniversario de su muerte,  que marca el fin de los derechos sobre su legado, que pasará al dominio público al expirar los derechos de autor que ostentaban algunos de los miembros de su familia, la Real Academia Nacional de Medicina, el Instituto Cajal y la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno organizaron del 17 al 24 de octubre una serie de actos a fin de homenajear a su figura.


Entre los Actos ideados, el día 23 se llevó a cabo una jornada de puertas abiertas en la Real Academia Nacional de Medicina – de la que él fue Académico ocupando el sillón  número 38 de Histología – en la que tuvo lugar la lectura continuada de la obra “Recuerdos de mi vida” escrita por el mismo Santiago Ramón y Cajal, en la que participaron importantes figuras del mundo de la cultura, la ciencia y la política.

La Fundación Salud 2000 tuvo el honor de poder intervenir en el magnífico acto a través de la lectura de un fragmento de ese libro; mediante, en definitiva, de la lectura de un trozo de la vida de un científico que tanto ha contribuido al impulso de la ciencia de este país:


“(…) La admiración de la Naturaleza constituía también, según llevo dicho, una de las tendencia irrefrenables de mi es espíritu. No me saciaba de contemplar los esplendores del sol, la magia de los crepúsculos, las alternativas de la vida vegetal con sus fastuosas fiestas primaverales, el misterio de la resurrección de los insectos y la decoración variada y pintoresca de las montañas. Todas las horas de asueto que mis estudios me dejaban pasábalas correteando por los alrededores del pueblo, explorando barrancos, ramblas, fuentes, peñascos y colinas, con gran angustia de mi madre, que temía siempre, durante mis largas ausencias, algún accidente. Como derivación de estos gustos, sobrevino luego en mí la pasión por los animales, singularmente por los pájaros, de que hacía gran colección. Complacíame en criarlos de pequeñuelos, en construirles jaulas de mimbre o de cañas, y en prodigarles toda clase de mimos y cuidados (…).”




martes, 21 de octubre de 2014

EN INVESTIGACIÓN - ¿PATENTAR O PUBLICAR?


La frase “Si no conozco una cosa, la investigaré” se atribuye al insigne químico y microbiólogo francés Louis Pasteur. El Dr. Pasteur es recordado, más de un siglo después de su fallecimiento, por la gran aportación que hizo a fin de prevenir y tratar enfermedades; por la creación de vacunas; y su, conocida por todos, técnica de la pasteurización. Él, dedicó toda una vida a la investigación.

Y así es en la mayoría de ocasiones. Cuando alguien, tras años de estudios, decide emprender la carrera investigadora, lo hace con ilusión y convencimiento, plenamente consciente de que va a destinar muchísimas de las horas de su vida dentro de un laboratorio.

De este modo, todos aquellos investigadores, que se valgan de su conocimiento y una actitud cognoscitiva y perseverante, posiblemente alcanzarán hallazgos que contribuirán a mejorar la vida de las personas y cuando, tras mucho esfuerzo invertido, trabajo realizado e ilusión alcanzada  logran resultados, también llega el momento del gran dilema para el investigador, y su equipo:

Cómo comunicar los resultados de su investigación… 

¿Patentar o Publicar los resultados?


¿Publicar? Publicar los resultados en las revistas científicas de reconocido prestigio internacional a través de artículos de investigación en los que se informa de los logros obtenidos, es la vía que los investigadores tienen para que sus trabajos obtengan mayor visibilidad.

¿Patentar? La Patente es un título que reconoce el derecho de explotar en exclusiva la invención patentada, impidiendo a otros su fabricación, venta o utilización sin consentimiento del titular. Como contrapartida, la Patente se pone a disposición del público para generar conocimiento
.
Aunque a primera vista puedan parecen acciones antagónicas – erróneamente el término patente se suele asociar a secreto -   la publicación y la solicitud de patente son compatibles, siempre que se mantenga un orden adecuado, es decir, primero patentar, y posteriormente publicar.


En este sentido, el día 14 de octubre se celebró en Madrid un Foro de Reflexión sobre patentes y transferencia tecnológica en el área de salud, organizado por la Fundación Salud 2000 y la Cátedra UPM-Clarke en colaboración con Merck y Clarke Modet Et Cº, en el que se presentó el “Proyecto Patte”, un documento elaborado, por un grupo de expertos del sector privado, de la Administración Pública y del sector hospitalario.
En él, se reflejan las 20 barreras más destacadas con las que la innovación se tropieza en España y con las 31 soluciones a corto plazo.
 El documento se divide en cuatro grandes partes:

1.- Aspectos Formativos y profesionales. Uno de los activos más importantes en cualquier organización es el factor humano. Por ello, una de las claves para la promoción de la innovación es contar con personal cualificado
2.- Aspectos Culturales y Políticos. La generación de un entorno y cultura innovadores es esencial para el correcto funcionamiento del proceso de innovación
3.- Aspectos Económicos
4.- Aspectos Jurídicos y Normativos

a través de las cuales se identifican, por los expertos, los principales obstáculos y las posibles medidas a llevar a cabo para incentivar la patentabilidad y posterior transferencia a la tecnología de los hallazgos. Algunas de las razones que explicarían la falta de esta transferencia serían: la falta de profesionalización, de una estrategia política clara y de incentivos que animen a patentar.

Rogelio Ambrosi, Director General de Merck en España destacó que si bien España tiene unas competencias tecnológicas para la investigación superiores a los países de su entorno, esto no se traduce en un número elevado de patentes debido a una falta de incentivos y de “educación para patentar”.“Todos los esfuerzos se centran en la publicación no en la patente, y es necesario propiciar un cambio de mentalidad en este sentido”.

“Una correcta protección de los resultados de la investigación es básica para permitir una posterior transferencia de la tecnología”.



En el foro, al que asistió un gran número de público, se presentó el Manual de Bioética de las patentes Relacionadas con la Salud, elaborado por la Fundación Salud 2000 y prologado por el Dr. Antonio Andreu Périz, Director del Instituto de Salud Carlos III, obra breve y muy interesante, que dividida en dos grandes bloques, abarca por un lado los aspectos éticos fundamentales: retorno del esfuerzo inversor versus accesibilidad universal a las innovaciones y por el otro la controversia ética de la patentabilidad del genoma humanoAcceder al Manual




Y es que si algo se tiene claro desde la Fundación Salud 2000 es que destinar recursos a la investigación y posteriormente protegerla, es invertir en la salud de todos.